Saturday, April 19, 2014

Tras la Ruta de los Ossa: Italia – España – Colombia.


Reconstruyendo la historia de los Ossa 
 
El pasado mes de febrero 2014, se llevó a cabo una visita de estudio, investigación y recopilación de datos durante 5 intensos días. Comenzando en la casa parroquial, en el despacho en donde se atiende a los feligreses, y terminando los días posteriores en el comedor de la casa Cural, se escanearon todas las partidas de los Ossa (403) nacidos en la ciudad de Caramanta desde 1843, año en que se abrió el primer libro de bautizos, hasta 1910. El segundo bautizado en Caramanta fue una niña Ossa. Pudimos obtener las partidas de nacimiento de Ricardo Ossa Montoya y de María del Carmen Ossa Tobón, así como la de todos sus hermanos. A la vez se logró la partida del padre de María del Carmen, Pedro Antonio Ossa Gómez, también oriundo de Caramanta. Toda esta investigación nos llevó a empatar nuestros ancestros con las genealogías escritas en libros como: Genealogías de Antioquia y Caldas, de Gabriel Arango Mejía; Diccionario biográfico y genealógico, de Javier Mejía Cubillos, y otros documentos pdf de la biblioteca virtual de Luis Ángel Arango de Bogotá. Pudimos unir las ramas de nuestros Ossa con los Ossa procedente del País Vasco, y descubrir que el apellido Ossa fue traído a las montañas de Antioquia por dos hermanos llamados Francisco y José de Ossa Goyas, naturales de Elorrio en Vizcaya, según se documenta en los escritos de genealogía que hasta la fecha se han publicado en Colombia.
En Nueva Caramanta se llevó a cabo un censo por 1843 en el que, entre otros datos que se registran en él, figura Francisco Ossa Baena con 35 años, hijo de Nicolás de Ossa Gómez y de Magdalena Baena Mejía, casado con Cipriana Jaramillo Romero, con 34 años, hija de Salvador Jaramillo y Ramona Romero Puerta. Padres entre otros de: José María Ossa Jaramillo, de 12 años, quien se casó con Paula Gómez Trujillo, hija de Nepomuceno Gómez y Ramona Trujillo. Estos últimos Bisabuelo y Abuelo de María del Carmen Ossa Tobón.
Hemos de destacar que Francisco Ossa Baena fue el primer Alcalde de Caramanta nombrado un 12 de diciembre de 1842, y junto a otros hermanos (12 en total) entre los que estaba Víctor Ossa Baena casado con María Josefa Suárez, abuelos de Ricardo Ossa Montoya, comenzaron la construcción de la población. (En futuras fechas, más sobre las vivencias de los Ossa y crónicas de los verdaderos fundadores de Caramanta: los Ossa Baena, 12 hermanos, 8 hombres y 4 mujeres, que sembraron hijos por la Nueva Caramanta).
 
Ricardo Ossa Montoya (1868 † 1941)
Nace en Nueva Caramanta, hoy Caramanta, Antioquia (Ver Partidas de nacimiento), ciudad fundada en 1557 - 1843. Ricardo, hijo de José María Ossa Suárez y Mercedes Montoya. Sus abuelos paternos: Víctor Ossa Baena (Hermano de Francisco Ossa Baena) y María Josefa Suárez, abuelos maternos: Antonio Montoya y María Josefa Pineda. Bisabuelos: Nicolás Ossa Gómez (1773 † 1855) y Magdalena Baena. Tatarabuelos: Diego Ossa y Luisa Gómez, trastarabuelos: José Ossa Zapata y María Teresa Castrillon. Pentabuelos: Francisco Ossa Goyas y Ana Zapata.
Francisco Ossa Goyas emigró del País Vasco en el 1650, natural de Elorrio Viscaya (Dato por corroborar. Muy pronto viajaremos a la muy noble villa de Elorrio que es un municipio de la provincia de Vizcaya, perteneciente a la comarca del Duranguesado, en el País Vasco. Cuenta con una población de 7.116 habitantes según los datos del INE correspondientes al año 2007. Los familiares que quieran participar en ente viaje y acompañarnos a “Tras la Ruta de los Ossa España e Italia” nos pueden hacer llegar vuestra inquietud).
 
Los Hermanos de Ricardo Ossa Montoya: María Emilda Ossa Montoya, 1867, fue bautizada con dos años y quince días de nacida 1869-04-30, Lisandro Ossa Montoya, 1870-01-09, Matildiana Ossa Montoya, 1873-06-16, Benilda Ossa Montoya 1877-04-23, Jesús Antonio Ossa Montoya, 1883-08-27 y Elena Ossa Montoya, 1881-08-24.
 
María del Carmen Ossa Tobón, (1875 † 1926)
 
Nace en Nueva Caramanta, hoy Caramanta, Antioquia (Ver Partidas de nacimiento), ciudad fundada en 1557 – 1843. María del Carmen, hija de Pedro Antonio Ossa Gómez (ver partida de nacimiento) y de María de la Trinidad Tobón. Sus Abuelos paternos: José María Ossa y Paula Gómez, abuelos maternos: Nicolás Tobón y María Josefa Gaviria, bisabuelos paternos: Francisco Ossa Gómez y Cipriana Jaramillo Romero, bisabuelos maternos: Nepomuseno Gómez y Ramona Trujillo, tatarabuelos: Nicolás Ossa Gómez (1773 † 1855) y Magdalena Baena, trastarabuelos: Diego Ossa y Luisa Gómez, pentabuelos: José Ossa Zapata y María Teresa Castrillon, hexabuelos: Francisco Ossa Goyas y Ana Zapata.
Francisco Ossa Goyas emigró del País Vasco en el 1650, natural de Elorrio Viscaya (Dato por corroborar. Muy pronto viajaremos a la muy noble villa de Elorrio, un municipio de la provincia de Vizcaya, perteneciente a la comarca del Duranguesado, en el País Vasco. Cuenta con una población de 7.116 habitantes según los datos del INE correspondientes al año 2007. Los familiares que quieran participar en ente viaje y acompañarnos a “Tras la Ruta de los Ossa España e Italia” nos pueden hacer llegar vuestra inquietud).
 
Los Hermanos de María del Carmen: María Rosa Ossa Tobón, 1874-04-12. María Inés Ossa Tobón, 1878-07-28, Clara Rosa de Jesús Ossa Tobón, 1882-08-07, María Teresa Ossa Tobón, 1893-03-30 y Pedro José Ossa Tobón, 1897-09-05.
 
Queremos darles un sentido y extenso agradecimiento al párroco de Caramanta, Presbítero Rodrigo de Jesús Carmona Gaviria, y al vicario cooperador, Jairo Henao Sierra. A Libia Martínez Pulgarin (segundos apellidos Restrepo Ossa), quien nos servía el café de media mañana y tarde. Uno de los motivos por el cual nos enviaron al comedor, fue para que estuviéramos mas cómodos trabajando, pero también tuvo gran peso de ese traslado el hecho de que al estar en el despacho en donde se atiende a los feligreses, al llegar estos se dirigían a Oswaldo Adolfo Ossa Roldan como Padre!! Padre!! Padre!! En mas de una ocasión tuve que aclararles que si, él era padre,.... pero de familia. Para mas información de esta majestuosa iglesia creada un 12 de agosto de 1841: El obispo de Antioquia, Monseñor Gómez Plata, creó por decreto la parroquia de Nueva Caramanta y el padre Telésforo Montoya fue nombrado por elección popular como primer cura párroco el 8 de noviembre de 1843. Iglesia de la Inmaculada Concepción (Caramanta)

Reflexión reconstruyendo historia de los Ossa
Después de haber conocido Caramanta, cuna de muchos Ossa, en compañía de Oswaldo Adolfo Ossa Roldan y Carlos Eduardo Ossa Lenis, de haber transcrito con mi esposa, María Elisa Guerrero Collazos (piru), las 403 partidas de bautismo (escaneadas con un margen de error de un 2%), me hace reflexionar sobre las millones de vivencias que debieron estar llenas de amor familiar. Francamente me faltan las palabras. Haber transcrito todas las partidas de los Ossa, para nosotros, es como rescatar el inicio de un pasado ya olvidado o desconocido por las circunstancias de la vida, eso que llamamos evolución-tiempo o la concepción sobre el tiempo. Para conocer estos personajes Ossa's, a los que sus vidas pareciera que se las llevara el viento, que caen al vacío y se pierden entre silencios que deja tras cerrar el tomo con numeración románica celosamente guardados en las casa cúrales, para acercarnos a todos ellos necesitamos leer, percibir las caricias y besos, descifrar cada uno de los abrazos que rodearon sus días, para así saber mucho más de estos Ossa's que lo que puedan expresar unas simples letras hechas a mano al inicio de su vida social y religiosa. Esa constante lucha continúa entre la perfección del lenguaje escrito, no verbal, y la carencia del lenguaje verbal, es la que nos hace investigar y profundizar más sobre sus vidas.
Los pequeños fragmentos escritos en estos antiguos documentos nos han hecho revivir momentos de su día a día, o el ultimo de sus días, nada fáciles, llenos de vivencias y luchas. Recordemos que el que lee y no dice nada, calla. Si, no es bueno callar nuestro pasado, por ello hay que volver atrás para entender mejor nuestro presente y proyectar mejor el futuro. Algo que nos hace sentir la vida misma es el hablar de sentimientos, porque los que nos dejaron los Ossa fueron de amor, y en esos estamos aunque se nos vaya la vida en ello. Y estos primos lejanos o cercanos no callaremos, queremos aprender mas de quienes fueron esos Ossa's. Como decía un antiguo proverbio chino “Para que no te asustes en esta vida, te daré lo justo para que leas, te cuidare sin invadir, te mirare sin agobiarte y te esperare sin desesperarme”. Me pregunto, cuanto esperaron los Ossa's por esos que recién iban naciendo?
Para terminar, dicen que el lenguaje no verbal expresa más del 80% de la información que transmitimos al receptor. Y yo me empeño en buscar detrás de las pocas palabras que vamos encontrando. Ese otro 20%, primos y primas, anímense a revelarlas. Parece que se van olvidando todos los sucesos que nos cuentan de nuestros antepasados, aquella herencia oral. Cuando nos quedamos mirando una foto o leyendo un escrito como las hermosas cartas en poder de Florencia Mejía Ossa, hoy de todos, vencemos ese silencio que con toda seguridad nuestras madres y abuelas: María del Carmen Ossa Tobón, o Trinidad Tobón o Paulina Gómez o Mercedes Montoya o María Josefa Montoya o Cipriana Jaramillo o Magdalena Baena o Luisa Gómez o María Teresa Castrillon o Ana Zapata y Felipa Goyas del país Vasco España, todas ellas esposas de nuestros ancestros Ossa, no querían con toda certeza que silenciásemos. Nos queda lo inexplicable de describir también con palabras, lo que creo que sienten todos y me hacen sentir, vuelo y me pierdo tras la ruta de los Ossa en Italia, España y Colombia. Reconstruyendo historia de los Ossa Ossa.

Un abrazo familiar de este descendiente Ossa tras las raíces de los tantos parentescos que nos hace personas con nombres y Apellidos.
Jairo Narváez Soto Zuluaga Ossa

Friday, April 04, 2014

Ventanas en Caramanta para Asomarnos a Cualquier Lugar del Mundo Virtual


Parado en medio de la calle en Caramanta, mis pensamientos viajaron a miles de kilómetros a la ciudad de Eisleben, un pueblo en Sajonia-Anhalt, Alemania. (Es muy famoso por ser el pueblo de origen de Martín Lutero llamada Lutherstadt Eisleben.) Observé la solitarias ventanas como haciendo el cortejo a quien pasaba por la calle, los recuerdos volaron como nubes en tormenta descabalgando peregrinas la niebla que se acercaba con gotas de agua que resisten y no terminaban por caer en la recién adoquinada calle en Caramanta, dando ese aspecto de calle de la antigüedad, como evocando un pasado lleno de cultura y progreso.
Que por qué asocio esta calle con Eisleben? Porque cuando la visitas te acercas a la oficina de turismo de Lutherstadt Eisleben, en Alemania, encuentras un gran póster de ventanas de la ciudad para llevar como souvenir.
Recuerdo aquella tarde, era un comienzo de febrero cuando la llovizna empapaba los cristales de la vieja casa de ventanas de tono verdes claro en donde nos hospedamos. Aquella humilde casona, con su clásico patio central, es una casa típica de arquitectura colonial antioqueña que en la actualidad están reformando para convertirla en un agradable hostal el patio. Nuestra habitación daba a la plaza central.
Al mirar por la ventana y balcón vi una plaza perdida, una ciudad olvidada, en una casona de la esquina vi a una niña a través de los acuosos cristales. Luego me enteré que en aquella casa vivió un hijo de Francisco Ossa Baena, Juan Bautista Ossa Jaramillo, hijo del ya mencionado Francisco Ossa Baena, el primer alcalde de Caramanta nombrado un 12 de diciembre de 1842, el abuelo de mi bisabuelo, el pentabuelo para los de mi generación. En el llamado libro amarillo de Caramanta, en su página 14, describe muy bien los moradores de la Plaza de finales del siglo XIX y principios del XXI. Esta casona en la que nos hospedamos fue propiedad de Juan de la Cruz Valencia, que a su vez se la vendió a un clérigo de apellido Ossa. Pero quien la habitó fue su hermano Aníbal Ossa y su familia hasta que fallecieron (en el mismo escrito llamado “tiempos y recuerdos”, en la pagina 44, en el apartado Gaseosas, se describe la buena fabrica de gaseosas con su hermosa bola de cristal, “la sidra de Caramanta” que se producía en esta casona en la época de Juan de la Cruz Valencia).
Siempre fui y seré el mejor amigo de la neblina, pero aquella mañana me impidió ver la fachada de la iglesia y los rostros de quien a esa matutina hora pasaba por la plaza. Recuerdo a una niña que caminaba a toda prisa de la mano de su madre. Sería la niña, la niña de la casa verde y blanco de la esquina? Luego, unos minutos trascurrieron y desapreció mi amiga la neblina, despejó y llegó la luz de la mañana. Veo perderse a lo lejos en las solitarias calles entorno a la iglesia a la niña vestida en tono dorado que resaltaba la calidez de la inocencia.
Pasó el trascurso del día, pasó el trascurso de la tarde y ya se volvía a respirar la humedad, las gotas flotaban en vez de caer. Se produce la neblina. Solo faltaban las Garúas y los vientos fuertes, cosa que no pasaba en este pueblo. Ya en la plaza se veían mas transeúntes, los caramanteños en los bares entorno a la iglesia. Y esto se repite cada tarde a la luz del crepúsculo. Nuestro guía nos recomendaba el bar en donde se toma el mejor café, eso si, acompañado de la tradicional música guasca o de carrilera y con la acostumbrada contaminación acústica. Afortunadamente se puede uno sentar afuera y sembrar otras notas musicales, poder escuchar el suave coloquio de los sonidos que llevan a escuchar a los viejos y a los conocedores de la vida cotidiana del pueblo que nos iba presentando nuestro guía, al que todos los del pueblo conocen, oriundo del pueblo de la ruana. El señor Dario clavijo, con su encurtida rostro, con un clásico acento paisa, no solo conoce a los del pueblo sino también a los de las veredas vecinas. Con orgullo nos mostró su medio de sustento hoy parado. Parqueado en la plaza, un viejo Chevrolet Pick Up de 1956 color rojo que ya no dejan transitar por antigüedad, una verdadera pieza de museo.
Como en todo pueblo, no falta el personaje de vida indigente que deambula por las calles mas transitadas, y en esta Caramanta en la que todos los del pueblo se conocen deambulan unos cuantos. Nos alertaron de sus prontuarios como si de su currículum se tratase cuando se acercaban a mendigar, unos por necesidad piden para comer. Uno de ellos, de aspecto joven, piel blanca y ojos claros se vía mal de la cabeza, al parecer por tanta droga. Mendiga para el vicio y el cigarrillo, y desde que el primo Oswaldo Ossa le dio unos pesos $, no se lo quitó más de encima. Cada vez que le veía decía: “Amigo, amigo, amigo una monedita,... una monedita.... Yo esperi,... yo esperi aquí” y ahí se quedaba, pero lo fatal era que olía a demonios.
Y pasó, pasó la noche, y las ventanas de tonos diferentes entorno a la plaza quedaron solas. La niña de la humilde casona verde de la esquina ya no asomaba su blanca faz a través de los cerrados cristales. De retorno al hostal, en un lugar oscurecido por la noche lloraba un niño, lloraba la noche, lloraba una vida. El tiempo se fue enfriando, hay que ponerse un abrigo o mejor una ruana, si estamos en Caramanta. El niño, con sus lágrimas nos miró. Aquella noche se le perdió su álbum de cromos. Pero si era Jorge, el hijo menor de la que regenta el hostal, la señora Rubiela. Oswaldo logró una sonrisa de paz después de susurrarle algo, surgió una ilusión oscurecida por la noche, cuando la luz llegó, suspiró entre sombras un pacto entre Oswaldo y Jorge. Desapareciendo los dos por el portal del hostal con dirección a la calle.
¿Quien puede dejar de mirar una ventana? O mirar desde una ventana? Es como si volviéramos a nuestra infancia, como dicen: “Ver el mundo desde una ventana”. Nuestro mundo se inicia desde que comenzamos a mirar por la ventana, sin la ventana perderíamos parte de nuestra niñez, nos sentiríamos perdidos. Cuando se mira desde la ventana la vida y la mirada se hacen hermosas, así llueva, truene, haga sol o haya neblina, como acostumbra haber en esta Caramanta situada en la cordillera central, departamento de Antioquia, a 2.121metros sobre el nivel del mar y a una temperatura media de 17° grados centígrados. Como está en montaña posee una superficie así: 17% en tierra caliente, 38% en tierra templada y 30% en tierra fría. Tiene tres corregimientos: Barro-blanco, Sucre y Alegrías y 14 veredas. Aquí todavía se ve en los fines de semana a campesinos con recuas de mulas. Aquí el progreso se quedó como perdido en el tiempo, muchos siguen desplazándose a sus veredas como fueron creadas en 1843, en recuas de mulas. Las únicas tecnologías que les ha llegado son las nuevas herramientas, como ésta, la de crear ventanas virtuales desde las cuales podemos superar muchas veces la realidad. Pero lo de Caramanta es real, es un pueblo perdido en el tiempo, una ciudad olvidada, es la definición que supera los límites para los jóvenes. Aquí no hay futuro y es allí donde se activa para los caramanteños el deseo de emigrar. Ya mis bisabuelos, ambos oriundos del pueblo, Ricardo Ossa Montoya y María del Carmen Ossa Tobón, emigraron con sus primeros 7 hijos en 1905 a colonizar otras tierras. En aquellos años la Colombia profunda que se abría al mundo era una ventana con navegación en el río Cauca y Magdalena, la llegada de trenes a sus territorios era todo progreso como en cualquier capital del mundo de entonces. Vislumbraba otra Colombia muy lejana y distante de la que se ve hoy en día, para mi “ilusiones perdidas”.
Un largo viaje. Las campanas de la iglesia fueron traídas de Alemania, si de Alemania en donde tocaron o sonaron por primera vez antes del largo viaje hasta Caramanta. Una de ellas se llama San Pedro y la otra San Pablo y ambas tiene grabadas alrededor parte inferior la figura de 12 angelitos, si, estos miran desde las campanas el bello entorno de las montañas de la bella Caramanta.
Jairo Narváez Soto Zuluaga Ossa
Collage 1.- La llamada calle de los ricos de Caramanta, la recién adoquinada calle, dando ese aspecto de calle de la antigüedad, como evocando un pasado lleno de cultura y progreso. Hostal el Patio, Foto, Carlos Eduardo Ossa Lenis.
 
Collage 2.- Personajes de Caramanta, “Ver el mundo desde una ventana”. Nuestro mundo se inicia desde que comenzamos a mirar por la ventana, sin la ventana perderíamos parte de nuestra niñez”, Foto. Carlos Eduardo Ossa Lenis.
Collage 3.- En Caramanta todavía se ve en los fines de semana a campesinos con recuas de mulas. Aquí el progreso se quedó como perdido en el tiempo, muchos siguen desplazándose a sus veredas como fueron creadas en 1843, en recuas de mulas. Foto. Carlos Eduardo Ossa Lenis.